Enamorada de mi ángel de la guarda by Susan Rodrick

Enamorada de mi ángel de la guarda by Susan Rodrick

autor:Susan Rodrick
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Erótico, Novela
publicado: 2017-02-17T23:00:00+00:00


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Berta había declarado que oyó a Ricardo hablando por teléfono con las compañeras de Guiomar, las azafatas de vuelo que trabajaban con ella, y con su jefe de personal. Según le había parecido entender, tanto las azafatas como el jefe de personal estaban extrañados de que Guiomar hubiese faltado al trabajo sin avisar. Ella era tan responsable que incluso llegaba media hora antes al aeropuerto, por si se producía por el camino alguna eventualidad.

Si Guiomar hubiese decidido realmente viajar a Madrid para visitar a su madre, habría esperado a disponer de días libres. Y si fuera una urgencia imperiosa, como sugería Ricardo, habría avisado a sus compañeras y a su jefe de personal.

Joder, qué bien escribo. Podría ser una plumífera, podría vivir del cuento escribiendo novelas policiacas. Me autopublicaré en Amazon y seré una escritora famosa de novelas policiacas, chachi piruli.

–¿Qué hacías tú de niña, Cleo? Me refiero a cuando eras más niña que ahora.

–Me dedicaba a soñar.

–¿Qué soñabas?

–Me pasaba el día en Circo Aleinad.

–Ah.

–Anda, sigue con tu historia, cariño.

Manuel se recuesta en la almohada y sonríe, evocador.

–De no ser por Beatriz Díez la desaparición de Guiomar no habría ido más allá del terreno de las murmuraciones.

–¿Quién?

–Beatriz trabajaba como profesora en el Colegio San Miguel, donde estudiaban los dos hijos mayores de los Villalba. Todos los vecinos de Paradela sabían que era la mejor amiga de Guiomar.

–Genial.

–Una mañana se presentó en comisaría, se sentó delante de mí, con expresión sombría, y dijo: vengo a denunciar la desaparición de Guiomar Daviña, empleando intencionadamente el apellido de soltera de su amiga, en un tono firme, con una determinación que me impresionó.

–Jolín.

–Así que Beatriz hizo la denuncia y la firmó. Ya había denuncia en firme. De modo que podía ponerme a investigar, empezar mis pesquisas e interrogatorios.

–Guay.

–La radio local de Paradela se hizo eco del suceso, provocando que saltase la alarma general. Nadie podía creerse que Guiomar hubiese desaparecido realmente. Parecía más lógico decantarse por la versión de su marido, según la cual había ido a visitar a su madre a Madrid. Sin embargo se desataron las especulaciones. En los bares no se hablaba de otra cosa, en el Xesma, en el Ajar, en el Pedro y en Casa do Rego.

–En los bares siempre se habla mucho.

–Empezó a formarse la bola de nieve. La radio local de Paradela había dado el pistoletazo de salida. Luego le siguieron las publicaciones escritas, que hicieron famoso el caso en toda la provincia y en Galicia entera. El Diario de Lugo. El Progreso. La Voz de Galicia. La morbosa rumorología echó las campanas al vuelo. La historia de una simple desaparición se transformó en el culebrón de un matrimonio aparentemente perfecto que en realidad no lo era y por lo tanto daba pie a funestas especulaciones, unas especulaciones que al parecer no estaban del todo descaminadas.

–Mierda, Manuel, hablas como los ángeles. Voy a reflejar tus palabras literalmente en mi libro. Cómo se nota que eres un tío culto.

–Eres un tesoro, niña.

–¡Me encanta tu historia! ¡Es la mejor que me han contado mis aventuras!

–Gracias.



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